El ataque del misterioso emnascarado
No tiene rostro ni nombre conocido. Solo se lo conoce por sus actos y apariciones sorpresivas, siempre en terreno peligroso y oscuro, allí donde anida el enemigo, el mal.
Lo guía la JUSTICIA, no siempre comprendida o aceptada, pero siempre actúa a sabiendas de que su lucha es compartida por muchos, los que no tienen voz o no se atreven a alzarla.
Necesita una MASCARA para ocultar sus facciones en un mundo que peligrosamente cae en el vacio de la decadencia sin fin. No le preocupa conseguir cambiarlo porque sabe que lo más seguro es que no pueda hacerlo, pero por sus venas corre sangre de LUCHADOR y esta condición es la esencia de su naturaleza.
Le damos la bienvenida a EL MISTERIOSO ENMASCARADO, uno de los Nuestros, el Último de su Especie y está entre Nosotros.

24 ene 2010

EL PODER DE LA MASCARA

¿Cual es la fuerza que posee la mascara en nosotros? ¿Qué extraño poder se desata cuando alguien se la coloca sobre su rostro? ¿Qué símbolos arquetípicos se ponen en funcionamiento para que el sujeto en cuestión sea otro, y coja atributos que no son suyos o que permanecían ocultos en lo más profundo de la psique?
La mascara, ese artilugio, gadget, prótesis o muleta que transforma la personalidad humana es indispensable en la construcción del héroe o el villano. Sin ella no seria nadie. Su portador es diferente, raro, extraño, destaca del resto de los humanos simplemente por ocultar su identidad. No se sabe quién es y esto es lo que realmente inquieta. El temor es lo que surge en los que están del otro lado, en los que se oponen a sus principios a sabiendas o no. Este efecto es el mismo estén donde estén, y el enmascarado lo sabe y esa es su primera ventaja. Con ella en su mano comienza a actuar, se suelta, sabe que él también se encuentra protegido por esa otra piel que cubre su rostro y que sea del material que sea lo hace invulnerable, lo anima, lo impulsa, lo lleva hasta límites que jamás pensó que podría llegar. La máscara es su arma secreta, la máscara lo posee, la máscara lo pone en otra dimensión.
¿Por qué ocultar el rostro? ¿Por qué mostrar uno que en realidad no es el verdadero? Parte de esas respuestas vamos a dejarlas a los antropólogos, psicólogos o psiquiatras, pero lo que si podemos decir aquí, es que los motivos pueden ser muchos y todos validos para los personajes en cuestión. Por ejemplo en la ficción y, sobre todo en el cómic, un personaje como The Phantom consigue con su mascara un halo de misterio entre los nativos, piratas y malhechores, que de otro modo no conseguiría y esto se va a transmitir de generación en generación transformándolo en un justiciero “inmortal”. El Zorro, Batman y otros necesitan ocultar su identidad para no ser detenidos por la ley o protegerse de la venganza que los malhechores desatarían en ellos o en sus seres queridos, propiedades o intereses.
El alter ego, el otro yo, la otra personalidad o la identidad secreta del enmascarado muchas veces se confunde. ¿Quién es él en realidad: el que va debajo de la mascara o el que se muestra con ella? Aquí la respuesta podemos encontrarla en la lejana antigüedad, en lo ceremonial, en el vínculo con los dioses, con lo infernal, en el ritual, en el misterio profundo del hombre en la búsqueda del saber quién es en realidad, en el ser instrumento de poderes benéficos o maléficos, en lo más primigenio. Allí reside la fuerza de la máscara.
The Phantom, El Zorro, Batman, The Lone Ranger, Spiderman, The Green Hornet, Fantomas, Dr. Doom, Magneto, The Joker, Green Goblin, Bulleye, etc. etc. etc. la lista de héroes y villanos enmascarados es extensísima y todos están “cortados por la misma tijera”.
El enmascarado en realidad siempre es misterioso y eso es lo que nos atrae de él. Nos gusta el misterio, el riesgo, el peligro, las mascaras y los enmascarados, estén donde estén, tanto ellos como nosotros.

Hasta la próxima!

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